CUENTA CON NOSOTROS

La FUNDACIÓN JUDY SHARP lleva casi cuarenta años ofreciendo tratamiento y orientación a niños, adolescentes y jóvenes para ayudarles en su largo recorrido a través de la escuela. Sabemos que cuando un niño padece especiales dificultades en el aprendizaje, esto puede producir un gran desconcierto y sufrimiento para toda la familia. Esta es la razón fundamental por la cual ponemos a vuestra disposición toda nuestra experiencia.

PONERSE EN MARCHA

Seguramente, a partir de los reiterados señalamientos de su tutor o tutora escolar, os hayáis empezado a plantear la posibilidad de que vuestro hijo o hija tenga algún problema para afrontar las exigencias académicas; tal vez quien ha dado la voz de alarma haya sido el departamento de orientación del colegio al advertir unos resultados bajos en las pruebas colectivas de evaluación psicológica; o sencillamente sois vosotros mismos quienes constatáis lo que le cuesta y abruma hacer los deberes, y su necesidad constante de guía y supervisión para abordarlos, hasta el punto de que realmente quien resuelve los ejercicios sois vosotros.

Si es así, y si percibís que estas situaciones se sostienen en el tiempo a pesar de las ayudas con las que cuenta, es importante recurrir a profesionales para averiguar qué es lo que puede estar ocurriendo.

La falta de información lleva a planteamientos con frecuencia erróneos, que en lugar ayudar al niño o adolescente, intensifican su ansiedad (y por consiguiente la vuestra), lo que repercute aún más negativamente en su rendimiento escolar.

“¿Será que no tiene suficiente inteligencia?” “¿Será producto de su vaguería y falta disciplina?” “¿Será que es excesivamente infantil y tiene que madurar?” Si os hacéis preguntas parecidas a estas, ha llegado el momento de ponerse en marcha.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Llámanos y pide una cita

Te atenderá la secretaria de nuestro centro, quien te proporcionará información básica sobre nosotros. Si deseas una cita, te solicitará alguna información (motivo de la consulta,; nombre, edad y curso de la persona afectada; colegio; teléfono de contacto...) y concretará la fecha para una primera entrevista con la directora del centro.

Aunque no es imprescindible, planteamos la conveniencia de que acudan ambos progenitores a la primera entrevista pues consideramos muy valiosa la información y los diferentes puntos de vista que cada uno puede ofrecer sobre su hijo y la situación que está sufriendo.

Primera entrevista

Su objetivo principal es recoger la máxima información sobre el niño, que nos permita tener una primera impresión del problema.

La escucha de la demanda concreta y el intercambio de opiniones acerca de la situación particular del niño o adolescente (dificultades que presenta, actitud ante el problema, estado anímico...), los datos referidos a su desarrollo, su evolución escolar hasta el momento, su aptitud para manejarse en las relaciones con los demás (familia, amigos, profesores, compañeros...), sus habilidades dentro de la escuela y en otros ámbitos de su vida, sus intereses, etc., así como las emociones que se generan en los padres por el problema de su hijo o hija, nos facilitarán la elaboración de un historial que será el punto de partida para decidir los nuevos pasos a seguir en el proceso iniciado con esta primera reunión.

Si fuera necesario, y siempre con el acuerdo de los padres, se podrá ampliar esta información con la que nos pudiera ofrecer el propio centro escolar u otros profesionales relacionados con el caso (la disposición de informes ya realizados con anterioridad nos es también muy útil).

Orientación

Una vez recabada toda esta información, realizamos un primer análisis de la situación y en un segundo contacto con los padres se plantea y discute la orientación que desde nuestro punto de vista consideramos más conveniente para el niño, según las características y necesidades que presenta cada caso, pues en la Fundación Judy Sharp tratamos a cada niño como un caso único:

  • En caso de sospecha de problemas de base, aconsejamos realizar un estudio detallado del nivel de desarrollo que presentan las aptitudes generales para el aprendizaje del niño (no únicamente de aquellas que se muestran más claramente, pues con frecuencia “una manifestación concreta suele ser la punta del iceberg”).

    Tras la aplicación de diferentes tests, se elabora un informe de la situación que se explica y entrega posteriormente a los padres.
  • Si ya hay un estudio y diagnóstico previo y los padres no solicitan una nueva evaluación, se plantea el comienzo del tratamiento propiamente dicho, empleando las primeras sesiones para valorar las dificultades que presenta su hijo o hija. Después de ello, el especialista que se ocupa del caso tendrá una primera reunión con los padres para explicarles sus impresiones.
  • Si se advirtieran circunstancias o aspectos especiales, fuera de nuestras competencias, se recomendaría la derivación a otros especialistas con la idea de realizar un tratamiento conjunto o delegarlo completamente en ellos si la situación así lo requiriera.

Evaluación

La exploración que llevamos a cabo consiste en la aplicación de una amplia batería de pruebas con la intención de valorar la eficiencia de diversas áreas vinculadas al rendimiento académico: Tanto las referidas al desempeño instrumental necesario para adquirir y expresar los conocimientos que se enseñan (lenguaje, lectura, escritura y habilidad matemática), como de las áreas que se constituyen como la base de esas herramientas del aprendizaje (inteligencia y funcionamiento de los procesos mentales, atención, memoria, procesamiento de la información, percepción auditiva y visual, lateralidad y habilidad grafomotora, manejo de los conceptos referenciales básicos-tiempo, espacio, cuantificadores,...).

[Si estás interesado en conocer con más concreción los aspectos que se consideran objeto de estudio y qué pruebas empleamos, consulta el apartado “Evaluación de las Dificultades” situado a la izquierda de nuestra página web].

El estudio y valoración que hagamos de los resultados obtenidos, un análisis de carácter cuantitativo (determinación de niveles de desarrollo) y cualitativo (calidad y agilidad de las respuestas; modos de abordar y resolver las diferentes tareas que se plantean; interferencias de unas áreas sobre otras; manifestaciones de índole emocional) nos servirá como referencia para saber dónde se encuentra el niño o adolescente con respecto a su edad y curso escolar, cuáles son sus fortalezas y en qué área o áreas se presentan sus dificultades. Nos servirá así mismo como punto de partida para proponer las orientaciones que la situación pudiera requerir.

Nosotros recomendamos un estudio completo, si bien, también pueden solicitarse evaluaciones más específicas: Capacidad Intelectual; Funciones de la Atención, etc.

Habitualmente las pruebas suponen de tres a cuatro sesiones de aproximadamente tres horas cada una, aunque este tiempo varía en función de la edad y el ritmo de cada persona.

Se suelen hacer por las mañanas, ya que es importante valorar a los niños o adolescentes cuando estén descansados y frescos y puedan dar lo mejor de sí, y en días no consecutivos, para evitar que falten a clase de manera continuada.

Una vez realizadas las pruebas, el especialista tarda alrededor de veinte días en elaborar un informe detallado que será entregado y explicado a los padres en una nueva reunión.

Tratamiento

El tipo de tratamiento se establece en función de cada caso, ya que cada persona tiene sus propias particularidades y las dificultades de aprendizaje nunca se presentan de la misma forma. De ahí que el trabajo de reeducación, en el que se abordan los problemas específicos de cada alumno, siempre sea personalizado.

Las clases de reeducación son individuales o, como mucho, en grupo de dos alumnos si la situación lo permite y aconseja. La frecuencia puede variar de una a dos o más veces por semana.

Si quieres obtener más información, no dejes de ponerte en contacto con nosotros en el 91 401 13 55 o de mandarnos un correo electrónico a: info@fundacionjudysharp.org

REEMBOLSOS

Muchas familias nos preguntan sobre la posibilidad de cubrir total o parcialmente los costes de los tratamientos a través de sus aseguradoras. En muchos casos esto es factible, aunque, por supuesto, depende siempre del tipo de pólizas y coberturas contratadas.

Nuestra recomendación es que, en el caso de tener un seguro contratado, se informen y consulten con sus aseguradoras. Por nuestra parte, quedamos a su disposición para proporcionarles la documentación que soliciten para este fin.